III Foro Internacional de Riesgo Psicosocial
Los riesgos psicosociales y el aumento de enfermedades asociadas al plano laboral, como el stress, continúan siendo temas que afectan el desarrollo de los trabajadores, cuyos efectos tienen una repercusión directa en sus familias, las organizaciones e incluso en la economía de un país. Este panorama , ha tomado agenda en las políticas públicas a partir de normativas, proyectos de ley y posibles planes para su prevención.
Para conocer el estado actual y los desafíos que enfrentamos como sociedad en esta materia, el pasado 22 de Noviembre se desarrolló en el ex Congreso Nacional el III Foro Internacional de Políticas Púbicas para la Gestión de riesgos Psicosociales y Control del Estrés Laboral, cuyo principal objetivo respondió a la búsqueda de un lenguaje común con definiciones acertadas que se vean reflejadas en una óptima gestión de los riesgos psicosociales que enfrentan las organizaciones de América Latina, en la actualidad.
En Chile, las licencias por estrés, depresión y ansiedad correspondieron al 22% en 2016 y 41% en 2017. De este último porcentaje, el 58% de las denuncias se ratificaron como de origen laboral. En vista de este panorama, la reforma previsional, ha debido presentar nuevas perspectivas profesionales y técnicas, enfocadas en la calidad de vida y la productividad.
Pamela Gana, Intendenta de Seguridad y Salud en el Trabajo se refirió a la última aplicación de la encuesta SUSESO, realizada en 8750 empresas, (menos del 10% de los trabajadores del país). La cual arrojó que , el 30% de los trabajadores se encuentra en riesgo medio o alto.
Por lo que realizó un llamado a modificar aspectos profundos relativos a las relaciones jerárquicas y a las jornadas, ya que existe una relación directa entre el aumento del riesgo social y accidentes laborales.
La gestión de los riesgos psicosociales en Chile, tiene una visión desde la prevención. De esta manera, los accidentes laborales disminuyeron a un 4%; sin embargo, ha aumentado la tasa de enfermedades profesionales por salud mental (58%) y en particular en mujeres (67%).
Como causas principales, destacan, trabajos centrados mayoritariamente en servicios, la doble presencia (principalmente tensión entre responsabilidades laborales y familiares), menor estigmatización de las enfermedades mentales de origen laboral (conlleva/anima a denunciar más), siendo las principales denuncias por trastorno de adaptación son por: estrés, violencia y acoso.
En una variable de género, importante a considerar, la encuesta SUSESO mostró la situación de las mujeres según puntuación mayor en: exigencias socioemocionales, exigencia de esconder las emociones y control del tiempo.
Las enfermedades laborales son costosas y el 26% del gasto del subsidio en enfermedades laborales corresponde a enfermedades de carácter mental, por lo tanto, hay que prevenir, resultando crucial lograr el compromiso de la alta gerencia, promoviendo un enfoque participativo. En este sentido, se han visto mejores resultados en salud laboral cuando las acciones son conjuntas; las intervenciones que han dado buenos resultados en salud laboral corresponden a : bolsas de horas, pausas y rotación de puestos de trabajo de manera semanal.
En el caso de Perú, Martha Lucero, se refirió a la prevención del riesgo social, a partir de una visión general. En el último estudio de condiciones de trabajo realizado el año 2017, y aplicado a 3.122 personas, los resultados preliminares arrojaron como factores de riesgo principales: tener que realizar el trabajo más rápido, y controlar muchas funciones a la vez, además comparten la percepción de que el mismo trabajo exige no expresar las emociones. La doble presencia también obtuvo un resultado que incrementó el riesgo. Los actores relevantes como el Ministerio del Trabajo, Seguro social de Salud, Superintendencia nacional de fiscalización laboral y Ministerio de Salud, proponen que los riesgos psicosociales laborales tiene una preponderancia igual a los otros riesgos. Entre las acciones de comunicación y previsión destacan que hacia fines del 2017 se genera el reglamento para el Acoso Laboral, que cuenta con una línea telefónica de ayuda directa.
En el caso de Colombia en cambio, no existe una política pública aún en el tema, a pesar de que en la Segunda Encuesta de Salud en el Trabajo, realizada el año 2013, los resultados arrojaron que el 66% de los trabajadores encuestados manifestaron estar en riesgo de patologías derivadas del stress. Los principales factores que se evidenciaron durante el sondeo, fueron niveles de tensión físico y mental, atender a muchas tareas al mismo tiempo, la exposición a la monotonía en la producción y el impedimento a tomar pausas durante el trabajo. Recién a partir del 2013 es que el Estado reconoce la importancia de atender a la Salud Mental, señaló Martha Liliana Agudelo, Directora de Riesgos Laborales, Ministerio del Trabajo Colombia.
En relación a las políticas de prevención social desarrolladas por México, Francisco Tornero explicó el sistema normativo que establecieron a partir de multas para aquellas organizaciones que no cumpliesen el reglamento, (cada infracción se multiplica por el número total de trabajadores que conforman la organización). Sin embargo, esta modalidad, dificultó la comprensión del diagnóstico de enfermedades permanentes que impactan en la vida del trabajador. Las grandes dificultades que hoy enfrentan son la alta resistencia para su instrumentación por parte del sector empresarial, dificultades para la emisión de los instrumentos jurídicos para su aplicación y vigilancia, además de la falta de capacitación de los inspectores y restricciones presupuestarias, existiendo incertidumbre por la transición política sobre el tema.
Finalmente , Javier Pinilla expuso que evaluación de los riesgos psicosociales se realiza a partir de un programa informático (FPSICO), incluyendo violencia y acoso. Sin embargo, entre los desafíos, se encuentran dificultades graves para su aplicación (el 70% de las empresas aun no lo utiliza),y sobre todo, la falta de convencimiento de los factores psicosociales, pues no se les califica. La falta de concientización de los trabajadores y las organizaciones son un riesgo más a considerar, señaló.
En conclusión, una política para gestionar los riesgos psicosociales que se enfrentan en las organizaciones, debiera contar con una amplia participación inclusiva y con capacidad para escuchar a todos los actores involucrados, esto permitirá sentar las bases de un modelo promotor del cambio.
Si bien países como Chile, Perú, Colombia y México cuentan con importantes avances en materia de prevensión de riesgos psicosociales, (incluidos en políticas públicas que apuntan cada vez más al cuidado y protección a los trabajadores), se presenta aún como un desafío, intervenir en factores como: doble presencia, la ausencia de pausas y el stress emocional. Sabemos que el mejoramiento de las condiciones del trabajador se relacionan directamente en su calidad de vida. Analizar los efectos derivados de dichos factores de riesgo, permitirá precisar su génesis permitiendo su prevensión y control, pues la evidencia apunta a que las organizaciones con entornos organizacionales favorables, inciden directamente en el bienestar integral de sus trabajadores.
Fuentes: Ministerio de Trabajo y Previsión Social, Subsecretaría de Previsión Social, SUSESO.